miércoles, 8 de octubre de 2008

Nóicacinumocni

Atluser euq aíd sart aíd em otneis adacinumocni y oev nóicacinumocni.

Se nu ellated otnot euq abircse satse sarbalap la séver, odnatart ed ramrífa le otpecnoc. Se odrusba néibmat rop euq abircse ed etse odom o led odom lanoicnevnoc o ne orto amoidi o ne ogidóc em erartnocne etna al amsim nóicautis. Al nóicacinumocni aiporp, aneja, al ed sodot.

Somecerap sonrahcucse, somecerap sonratserp nóicneta, somecerap sonrednetne, somecerap. Adan sám euq senoisuli y soesed. On edecus adan ed ose. Adac onu eviv ne us ajubrub ne al lauc sol sorto nageuj nu lor; nos satenoiram, sotiuqeñum sodajenam a artseun datnulov.

Sáziuq sámaj somadop ratse a sortemítnec ed artseun aicnese, in sonrenetnam sam acrec euq sonu sotnauc sortemólik led orto. Al nóicacinumocni lat zev aes etnerehni la onamuh.

domingo, 17 de agosto de 2008

El edificio donde todo es posible

Cuando ingresó al edificio los relojes de la ciudad marcaban las 20.47 hs del día viernes 27 de Junio del 2008. El lugar estaba tranquilo, a cada paso que daba los ruidos y voces céntricas se iban alejando.

Subió el primer piso en penumbra, así se encontraba toda la edificación. Avanzaba lentamente y miraba cada escalón con atención, de vez en cuando desviaba la vista hacia la ventana: Oscuridad total. Ascendió de esa manera 12 pisos mas y a cada cm. que dejaba atrás también dejaba un poco de humanidad, un poco de felicidad e incluso la ciudad.

Cada planta fue minuciosamente estudiada. Ella paseo por el lugar, jugo con sus ojos, los deslizo lado a lado, arriba, abajo, derecha e izquierda y segundos después los depositó en el suelo, los clavo, los atornillo, los pego. Se hallo inmóvil, fija, paralizada. En cierto momento su mirada rompió la inercia, la quietud y comenzó a hundirse en el piso de viejas baldosas, atravesando cada milímetro de su material. Llego hasta el fin de aquella placa delgada de cerámica utilizada para solar, y cayo a la planta anterior lentamente, luego atravesó mas baldosas y cayó de nuevo y así sucesivamente una y otra vez. Llegar de este modo a la planta baja no le supuso ninguna traba y lo logro bastante rápido, pero las cosas no terminaban ahí. Comenzó a escarbar la tierra, cada parpadeo significaba un tramo mas de recorrido y llego al núcleo del planeta, le dio la vuelta entera, se movía como una lombriz, trazando surcos subterráneos, y cuando se aburría de todo eso se dedicaba a ver las maravillas cósmicas, así conoció los planetas del sistema solar. Por curiosidad se poso sobre la luna y vio a aquel planeta jefe sobre el cual aquella esclava giraba y giraba solo por que no podía resistir su fuerza gravitacional. Se puso a pensar el hecho de que allá, en la superficie de la Tierra, es decir, del amo y señor de la Luna se libraba una batalla entre sedientos de poder y amantes fervorosos de la servidumbre.

Luego de ir y venir en el espacio, de perder la noción del tiempo, de abrumarse completamente volvió al edificio del cual jamás se había movido. Descubrió que estaba 1 0 2 pisos mas arriba, se encontraba en un estado tan extraño que no podía determinar aquello con precisión. Se vio cara a cara con la verdad: No había jugado como un topo, ni viajado como un astronauta, ni observado como un dios omnipotente; solo era una sencilla humana que escalaba plantas de un edificio perdido en una ciudad de personas que iban y venían sin saber siquiera por que lo hacían. Simplemente deseaba llegar a la azotea.

Para el octavo piso ya había hecho dos viajes espaciales, y en ese tiempo había notado que su cuerpo comenzaba a transformarse. Tanto ir y venir por el mundo y el universo la había hecho mutar: ahora era un ser galáctico o para decirlo mas fácil un extraterrestre. No podía determinar si ella había sido humana y por obra de la evolución, la magia o algún misterio paranormal se había desfigurado hasta no ser mas un ser terrestre, o si siempre había sido de otro planeta, o bien si no era solo el deseo de ser algo mas que un sencilla ser humana el que la había convertido en esta extraña forma de vida. Sea como sea, se notaba distinta, de pronto sus zapatillas sintieron el frío y la textura de las baldosas como si de sus pies se tratara, pero aun así si estuviese descalza jamás habría podido llegar a sentir tan vivamente aquellas sensaciones. Además por momentos se notaba alta y todo a su alrededor minúsculo y segundos después ella era microscópica y su entorno era tan vasto como el universo.

21.24 hs del mismo día ahora marcaban los relojes de la ciudad. Acababa de llegar a la azotea. Esa burbuja de vacío que significaba el edificio estallo y de nuevo pudo volver a oír ese agrupamiento de sonidos, desde donde intervenía un susurro hasta el choque de dos colectivos. Podía optar por ser humana y escuchar aquel monocorde ruido o por ser extraterrestre y escuchar un secreto, una traición, el choque de vehículos, de humanos, de un puño sobre un desafortunado ojo. Oír los diagnósticos en los hospitales, las mentiras dichas en cada esquina y cada hecho e interpretación diluyéndose en una nube de humo de cigarrillo.

21.39 hs: Reía, lloraba, a veces una, a veces otra, o ambas a la vez, por que todo es posible ¿Todo es posible?

lunes, 14 de julio de 2008

Significados

El silencio parece un cuadro que los ha fascinado. Piensan o quizás no. Miran o tal vez no. Los minutos pasan y de vez en cuando el “tic-tac” del reloj puede llegar a sus mentes.
-¿No te angustia saber que no sos real?-
-Nunca lo considere. ¿Qué te permite afirmar semejante cuestión?-
-Todo, o quizás nada. Es la duda, la posibilidad. Yo se en parte que no sos real, pero a la vez no puedo estar del todo segura.-
-¿Cómo funciona eso?-
-Yo soy una representación, un dibujo, un boceto de una persona que ahora me esta escribiendo. Narra mi pensamiento, mi postura, mi manera de ser. A la vez escribe una oposición, alguien que contradiga mis pensares, que son sus pensares ¿O he de decir nuestros pensares? Esa oposición sos vos.
Nosotros somos un granito de arena en su cabeza, ella es un granito de arena en su ciudad, y la ciudad en la provincia, la provincia en el país, el país en el continente, el continente en el planeta, el planeta en el sistema solar, el sistema solar en la galaxia, la galaxia en el universo y el universo… el universo en algún lado a donde mis palabras no llegan. Somos microscópicos en lo microscópico de lo microscópico, y así la eterna sucesión de lo microscópico. Lo macro se nos ha negado...-
- ¿Y donde esta la duda de todo eso?-
-¿Quién afirma que es así realmente? Nuestra creadora puede ser una imaginación, de una imaginación, de otra imaginación (si, el mismo caso de lo microscópico). Puede ser que nosotros imaginemos a ella y no al revés. Puede que descubramos más de lo externo a nuestro planeta, o incluso de nuestro continente, país, ciudad o barrio. Puede ser absolutamente todo, hasta el Apocalipsis podría tener lugar en semejante cuestión.-
- Es irrelevante, el hecho de que esas cosas cambien no modifican la idea general: De que somos sumamente pequeños en la multitud de cosas que existen. Eso no varia, por más que el planeta cambie de nombre y se ubique en otra galaxia.-
- Fíjate que si varia. Si no conociéramos la existencia del espacio, de otros planetas y galaxias seriamos un poco menos chiquitos. ¡Imagínate si no conociéramos más que nuestro barrio! Seriamos bastante relevantes.-
- Pero no es esa la situación.-
- Puede serla mañana.-
- ¿De pronto todos nos olvidamos de las cosas que ya son un hecho? ¿De repente jamás escuchamos acerca de Júpiter, Asia, Pakistán, Buenos Aires o lo que sea?- -No hace falta que todo se desvanezca.-
-Bueno, ¿Qué hace falta entonces?-
-Algunos dicen que sentirlo, otros que pensarlo. No debe ser imposible.-
-Pero, igualmente ¿De que sirve esto? Si se llegara a una verdad ¿Me alegraría, me facilitaría la vida, lo utilizaría para algo?-
-Depende. Si a lo que te referís es a la utilidad como es la utilidad de un martillo o una computadora puedo afirmar que posiblemente no te sirva.-
- Siempre la no certeza como muletilla. “Posiblemente”…-
Si anteriormente asociamos al cuadro con su silencio, podemos decir que el cuadro ha reaparecido, con unas pinceladas más, una añadidura de color. Parecen reflexionar, y el verbo parecer encierra muchas cosas.
-¿Qué harías con un martillo o una computadora igualmente?-
-Golpear con el primero. Escribir, leer, estudiar, jugar, comunicarme con el segundo. Vos misma dijiste que eran útiles.-
-No dije que fueran útiles, compare su “estado” de utilidad según como lo ve el común de nosotros.-
-Entonces ¿Ahora afirmas que no sirven para nada y que toda la gente es una estupida por desperdiciar el tiempo con estos elementos?-
-Mis palabras no fueron lo suficientemente extensas como para decir tal cosa. Lo que no puedo entender es la utilidad mas allá de las que me dijiste. Tomemos el caso del martillo ¿Para que golpear algo?-
-Para construir y arreglar diversos artefactos.-
-¿Para que hacer tal cosa?-
-Para vivir ordenada y confortablemente-
-¿Y esto otro para que?-
-Para sentirse bien, ser feliz.-
-¿Para que ser feliz?-
-Es lo que busca el hombre.-
-¿Por qué?-
-(Enojado, gritando) Por que si, por que para eso esta el hombre, no hay explicación. Y si te diera 400 porqués mas no estarías conforme igualmente.-
- No voy a decir nada definitivo. Un “tal vez” es paradójicamente lo mejor. Nos vemos pronto.-