jueves, 22 de octubre de 2009

Palabras perdidas

Estaba en un rincón, escondida detrás de una gran maceta. Miraba el techo, aunque sus ojos oscuros se hallaban perdidos, en otro tiempo y espacio. Parecía hablar, pero simplemente emitía sonidos sin ningún sentido. Parpadeaba de vez en cuando, se quedaba muda de repente y solo movía los labios. Luego cerraba los ojos y movía el cuello, caminaba tambaleante en círculos. Pasaron horas.

Casi dormida el sol le molestaba. Tras el ventanal jugaban unos niños. Un dato de relleno, nada sabia ella de esos niños ni le importaban, su realidad no estaba ahí. Afuera todo resplandecía en demasía, el ambiente era borroso, podría jurar que era un sueño. Adentro, en su frío y enorme refugio solo había una tenue luz, prácticamente olvidada. El exterior prometía un mundo bello, pero inaccesible. Por algún motivo su existencia pertenecía a este lugar en ruinas, sin luz ni compañía.

Luego de tantas horas de minuciosa observación escuche su primera palabra: “¡Ilusos!”. Mientras gritaba me dio la sensación de que se dirigía a alguien, quizás a un publico imaginario. Inmediatamente comenzó a reír, cada vez más fuerte y con más entusiasmo. Eligió un rincón diferente, esta vez sin ningún rayo de sol que le estorbara, se sentó, abrazo sus piernas y comenzó a mecerse muy lentamente cantando alguna canción en su propio idioma.

Tuvimos una oportunidad para hablar.
-¿Crees que estoy loca? Lamento decepcionarte, pero no es así.-
-¿Por qué haces esto?-
-¿Por qué no?-
-Hace un hermoso día, podrías salir afuera.-
-No existe un afuera, esto que ves es todo lo que hay.-
Me quede callado, siempre tras las palabras había múltiples sentidos. Odio descifrar palabras, buscar sus significados ocultos. De hecho, ante estos casos me sujeto a lo literal e ignoro cualquier vestigio “metafórico”.

-Mutar. ¿Bonita palabra, no?- le pregunte
-Actuó para siempre salir beneficiada. YO, YO, YO. ¿Qué es el otro?-
-Un burdo acuerdo, por supuesto.-
Reímos.

-El exterior inexistente esta acá, adentro. Adentro... lo único real ¿Termina ya? ¿Que es real? Todo aquello que se encuentra mas allá de mi ultimo esfuerzo por un contacto no existe en si mismo. La existencia tiene leyes caprichosas, contradictorias, mañosas e irascibles. Simplemente quiero decirte...-
-Que nunca vas a encontrar las palabras justas para expresar todo lo que circula en tu cabeza, ni para explicarte, ni para defenderte. No vas a poder porque las palabras no han sido hechas aún. Aquellas que supieron ser tus aliadas hoy se ponen en tu contra, te dejan desprovista de abrigo, a la merced de un sueño imposible.-

Vuelve a esconderse detrás de la maceta. Es su hogar y su costumbre. Sabe que nunca ha jugado bien a las escondidas, siempre termina admitiendo que la descubrieron y hace de su confesión una vergüenza.

martes, 6 de octubre de 2009

Telepatía con el compañero de turno

Es difícil comenzar, sobretodo cuando no se quiere hacerlo. De repente hay un monstruo acechándonos, esperando el momento justo para aterrorizarnos. Es difícil comenzar cuando hay que retroceder. El temor siempre esta presente aunque no haya motivos para temer.

-Es increíble esta arbitrariedad. Básicamente uno es feliz con engaños ¿Donde esta la distinción? ¿Existe realmente una verdad o nosotros la creamos a gusto y conveniencia?-

-Oh, creo que nos vamos a sumergir nuevamente en el estúpido relativismo ¿O me estoy equivocando?-
-No, al menos no tanto. Sacando ciertas cuestiones mas o menos deducibles y sin debates científicos de por medio... Sabes de lo que hablo.-
-La ciencia no puede brindarlo ¿Y la religión?-
-Todas pueden, a su manera. Y si empezamos con los reduccionismos... Pero no busco eso. Hablo con vos porque no me tengo que explicar, no tenes que entenderme. Ya conoces esto.-
-La verdad es que ser compañero de debate de tu conciencia no es una tarea muy satisfactoria. No tengo ni privacidad ni un espacio propio. Soy solo una rama de tu pensamiento.-

Lo malo de estas discusiones es que siempre se alejan del punto central, rápidamente toda idea se diluye y se pierde. Vemos un día nublado y de repente aparece el sol en todo su esplendor, a veces se extrañan las nubes.

-¿No hablas más?-
-¿En que momento perdiste tu empatía?-

Lo mas frustrante de tener un colega de pensamiento es la incomunicación. ¿Como es posible comunicarse con un otro cuando ni siquiera podemos hacerlo con nosotros mismos? A veces me río horas por esta pregunta que dispara en mi las mas alocadas reflexiones. Aun me río mas fuerte con nuestras pretensiones y necesidades. Tapa de libro “El ser humano, ser social.”

-Creo que en primera instancia es “El ser humano, ser vivo”. Si, ya volvió la empatía, telepatía, y todo eso que compartimos las 24 hs del día, los 365 días del año, toda nuestra existencia. De hecho ibas a seguir de esta manera: “¿Ser social? Comprensible, un hecho dirán. Pero uno busca al otro antes de buscarse a si mismo” ¿Estoy en lo cierto?-
-Si, de nuevo ambos estamos cableados. Eso mismo iba a decir, bah, pensar. ¿Tu opinión?-
-Ya te lo dije: “El ser humano, ser vivo”. Naturaleza. Esto se escapa de la razón, no funciona bajo sus parámetros. Siempre estuvo la dicotomía razón-sentir, cuestión que confunde a varios.-
-¿Y este es el caso? ¿Me estoy confundiendo?-
-”Nos” en todo caso, tus confusiones son mías... soy un pobre subordinado. A lo que me refería es que estamos (quisiera un vos en vez de un nosotros aunque sea por hoy ¿Puedo ser independiente?) viendo todo demasiado mecánico. No se trata de jugadas cuidadas, ni siquiera se trata de jugadas. Reconozco que algunas veces solo es eso, un juego, pero ese es otro tema.-
-¿Hasta cuando vas a actuar el papel de ciudadano desdichado? Si lo pensas tu independencia corre de la mano del principio de esta discusión teórica, gracias a eso también me di cuenta que una vez mas y como siempre nos salteamos varias cuestiones, pero sigamos con lo que estábamos.-
-Me pedís una conclusión. No la hay, no me atrevo a darla. Lo mas sorprendente (o afuera nos dirían lo mas predecible) es que ni vos ni yo vamos a poder encontrar tierra firme en este asunto. Tus limitaciones me pertenecen y aun cuando quiera diferenciarme y salir de tu pensamiento casi robotico he de aceptar que estoy condenado a él. Para rematarla podríamos tener nuestro chiste personal “Somos una gran maquina” pero no lo voy a hacer. Mi existencia se debe a una necesidad, a una función, yo cumplo un rol en tu vida al igual que tus otros compañeros de pensamiento. Cada uno indaga sobre puntos diferentes de distinta manera pero todos tratamos de construir una mirada amplia y un gran numero de posibilidades.-
-Básicamente son constructores de la duda.-

Sobre el mas confortable sillón nos relajamos, estamos tranquilos y calmados. El monstruo tiene su mejor oportunidad, es el momento para el terror: Desprevenidos y sin guardaespaldas.

-Tu monstruo es la duda. Y a los monstruos se les teme por no conocer de ellos, nos causan espanto. Tus temores son la duda y lo desconocido-
-Se me ocurren dos reacciones posibles ante esta situación. ¿Queres la convencional o la sincera?-

Un dialogo con nosotros mismos ¿Que se puede esperar de ello?

miércoles, 19 de agosto de 2009

Diamantes y Caleidoscopios

Es difícil ponerlo en palabras. Ayer dialogaba con mi compañero de pensamientos, el de carne y hueso plasmado en realidad mental. La persona existe pero sus respuestas son mías, solo esta presente su imagen. Hablábamos de la propia humanidad y de como de un día para el otro nos vimos horrorizados de ser tan humanos. Pero... ¿Qué es ser humano? No buscábamos los términos biológicos, ni la historia. Queríamos hallar “esa” esencia, el porque, las características que hacían que un hecho fuera nuestro y no de nuestros amigos espaciales. Creemos haberlo descubierto.

Silencio. Algunos reproches, lágrimas y enojo. Telepaticamente (porque sencillamente nos escondíamos bajo la dualidad sabiendo de su imposibilidad) sacábamos conclusiones, nos lamentábamos y decidíamos nuestro futuro. ¿Aceptar o luchar? Aun no lo resolvemos. Quizás después de todo nunca lo sepamos, nuestra única certeza era el cinismo. Hasta qué...”¿Es realmente tan malo?” Uno posee tanta bondad como maldad, y aun cuando queramos volcar todos nuestros actos hacia un lado sera una mentira. No proclamamos que la pureza esté en extinción, afirmamos su inexistencia.


Desde esa noche todo es una permanente mutación, un extraño desequilibrio entre Jekyll y Hyde. Parece que buscaran una reconciliación, fundirse y ser uno. Es tan triste (como bello) verlos juntos compartiendo y discutiendo, al borde del cruel enfrentamiento. Jamas han estado tan cerca y jamas ha habido tanta igualdad entre ellos. Júpiter no es Júpiter, Io se niega a seguir girando y los cometas ya no sienten necesidad de estar cerca. El gran guerrero pierde poder y el olvidado lo recupera.


A veces volvíamos al punto de origen. Pasábamos por el juzgado otra vez y nos declarábamos completamente culpables, escogíamos la sentencia mas dura y nos alejábamos de todo. La introspección, nuestros diálogos, su alcohol, su café y mi jugo de naranja. Jekyll, Hyde y el híbrido. A veces uno, otras dos y porque no también tres.

Un diamante que refracta y origina millones de haces luminosos en infinitos espacios. Prolijamente dispersos y bajo mil caras, figuras y colores jugamos a diferenciarnos en nuestra eterna repetición, queremos ser distintos en nuestra igualdad... pero no demasiado. Cambiantes según la situación, preparando nuestro hermoso caleidoscopio. La calidez esta presente en nuestros juegos mas fríos y la escarcha vaticina sentimiento. Aun me entretengo con el caleidoscopio y el diamante, pero tal vez algún día dejen de ser tan esplendidos e interesantes.


Ser tan humana me esta matando.

domingo, 19 de julio de 2009

Intitulado [0]

“Quisiera...” “Pero...” Estamos acostumbrados a esta sucesión: Enfrentamientos entres deseos e impedimentos.

“Y aun cuando yo... yo...” “Anhelo tanto...” Pero nunca concluye.

“Si tan solo pudiera...” Ahora mismo experimento esa nausea.

“Simplemente...” Dejate llevar (aunque todos sabemos que no es posible).

“Jajajajaja” Tan contemporáneo ¿Es el show del momento?

“Estamos llegando...al mismo punto” El grito se anticipa, incompleto.

Carencia de acciones. Mi voluntad esta en reposo.

“Así son las cosas y no hay discusión” Aun tan lejos el futuro es inmediato. Solo hace falta...

“Un poco de disciplina” Comencé a temer antes de nacer.

“Sonríe” Debemos parecer, pero no ser.

“Un montón de...” Y mi cabeza ha desaparecido.

“¿Dubitativa?” Nunca vamos a la par.

Pequeños secretos que no debemos saber. “Mira la cámara”

“Yo quisiera que entendieras...” Paredes perfectamente pintadas, sin una pizca de humanidad.

“¿Podremos llegar?” El tiempo siempre ha sido nuestra barrera “¿Tendrás un poco para mi?”

“Muchas veces pensé...creí que...” “No es decepción, quizás yo...” Temblé y mire atrás.

Busque un punto final. Solo encontré retazos de quien solía ser y de quienes me acompañaron. Historia, antropología ¿Importa verdaderamente?

miércoles, 20 de mayo de 2009

Bastardos del psicoanálisis

¿Cree que es la primera vez que lo he escuchado? No, ya me lo dijeron cuatro personas como usted, “especialistas”. ¿Y personas sin el conocimiento divino? Puff, innumerables.

[…]

¿Y que me genera? ¿Que pienso al respecto me pregunta? Bueno, creo que es innecesario gastar el tiempo en lo sabido, bah, directamente es innecesario gastar ESTE tiempo, Dra. Se absolutamente todo lo que me va a decir.

[…]

¿Una especie de Peter Pan dice usted? Sabe, nunca me gusto Peter Pan. Se que lo encontrara curioso y dirá “ A usted no le gusta por que se siente identificado y eso lo enoja” ¿O no, Dra? Y aunque yo tuviera otra opinión de Peter Pan usted seguiría pensando que yo tengo una conexión con el mismo. Si me agradara probablemente “me sentiría cómodo con su imagen pero ya seria hora de abandonar la niñez”. Si me resultara indiferente “cerraría los ojos a la realidad para evitar semejante verdad”. Carajo, no me puedo divorciar de este pendejo.

[…]

Hay una cosa que siempre me intrigo, Dra: La mirada. Cuando pasan minutos enteros con la mirada fija en el paciente ¿Cual es el objetivo? Digo... ¿Cual es el objetivo además de hacernos pensar que tenemos algo extraño en la cara, un moco al borde de la nariz o algo similar? ¿O acaso es alguna “técnica” que les enseñan en la carrera? ¿Ingresan como hackers en la psiquis del paciente? Espeluznante Dra, espeluznante.

[…]

Sabe Dra, ya he perdido mucho tiempo, demasiado...

[…]

¿Tres veces por semana? No, no. Hoy la terapia la hice yo solo. A quedado claro que sin el titulo yo conozco cada respuesta suya. ¿Cree que voy a pagar ochenta y cinco pesos por sesión para saber cosas que yo mismo puedo descubrir? No responda Dra, es una pregunta retorica. No seguiré alimentando sus sedientos bolsillos.

[…]

Ahh ¿Piensa usted que yo voy a tener una prospera miseria y que algún día si no caigo nuevamente en sus manos caeré en la de sus colegas? No, no hace falta que hable para que yo sepa esto: la técnica de la mirada sirve, Dra. ¿Podría abrir mi propio consultorio, no cree usted?

Finales:
a) Final triunfal: Se retira sin mas palabras.
b) Final triste: “¡Hasta la próxima, Dra! ¡Siempre es un placer dialogar con usted!”

martes, 5 de mayo de 2009

La belleza de las cenas conyugales

-El DE-CO-DI-FI-CA-DOR, Eloisa-
“Corro, pero tropiezo y caigo. Me levanto rápidamente, pero tropiezo una vez mas y una mas y una mas. Me sangran las rodillas.”
-¿No pensas cocinar?-
“Es como si no pudiera mantener el equilibrio. Mis piernas son gelatina. No puedo. No puedo estar de pie.”
-Tengo hambre ¿Cuándo pensas hacer algo?-
“De pronto no hay ninguna luz y comienzo a reptar. Siento que la camisa esta sucia, me siguen sangrando las rodillas, no puedo estar de pie y tengo miedo.”
-Así le pagan. Uno es un buen laburante que se levanta temprano, esta 10 horas en un cuarto diminuto trabajando y cuando regresa no hay nada bueno que lo espere-
“Risas. Luces tenues. Estoy en una plaza, alguien llora y grita.”
-¡Porque acá la única importante sos vos. Si yo, el pelotudo y miserable Horacio esta en ese cuartucho y no tiene una pizca de felicidad no importa! ¡Jamás importa! ¿Para que molestarse por la felicidad ajena, verdad Eloisa?-
“La cara regordeta, parece un puño. Rojo ¿Un labial por toda la cara o la molieron a golpes? Quizás simplemente sea el llanto, o tal vez sea alcohol. O es el rubor de la vergüenza.”
-Pude haber tenido mi vida, MI vida. La consumiste, la exprimiste. Gota por gota, le sacaste todo el jugo. Me quitaste todo.-
“100, 99, 98, 97, 96, 95…”
-Siempre son palabras. Solo palabras. Tu arte es subestimarme “El idiota de Horacio no se va a ir” ¿No me voy a ir? Nuestro arte es subestimarme. Jamás estuviste equivocada de mis limitaciones.-
“…2, 1, 0. ¡AUN ESTOY AQUÍ! QUIERO DESAPARECER. NECESITO QUE TODO SE VUELVA OSCURO, QUE EL MUNDO SE CALLE Y SOBRE TODO NECESITO NO AMANECER MAS”
-Rompería las puertas, destrozaría todo a mí alrededor. Te mostraría que este estupido hace de su enojo una práctica. Tiraria al inodoro esas burdas teorías de lo imposible. El dominado, el desgraciado, el decante Horacio quebraría su destino. Reconstruiría su vida y te dejaría Eloisa, te dejaría-
“Las caras idénticas. ¿Son mascaras? Los ojos son huecos, pozos infinitos de una negrura impenetrable. El terror: Invasivo y paralizante”
-¿Cómo debería terminar esto? ¿Voy a rebelarme y decir finalmente “Adiós” dando un portazo? ¿O acaso todo va a seguir como siempre?-
“Fantasmas de un umbral desconocido. Me confundí de puerta, debería seguir buscando. Una vez mas, ya no me voy a equivocar.”
-Eloisa, los seres humanos no somos tan fantásticos como en algún tiempo se creyó. Somos animales de costumbre. Fácilmente nos podrían adiestrar con una vara. Se que me voy a quedar acá, no soy tan sorprendente. No voy a ir a ningún lado. Estamos destinados a no diferenciarnos, a seguir las mismas rutas. Vamos a morir sabiendo que jamás pudimos. Quisiera no saber esto querida.-


Y cenaron en ese falso estado de paz. Hoy y mañana, y pasado mañana y pasado pasado mañana y así sucesivamente hasta sus muertes.

lunes, 20 de abril de 2009

Diario de una profeta


Querido diario:

Es como creíamos. Es herencia familiar, si: herencia de desgracia, encima que es fácil padecerla, también se hereda. Me daría por vencida, de hecho creo que lo haré muy pronto, pero ¿Darme por vencida hará que la maldición sea instantánea, habrá alguna forma de evitarla?

Ya puedo escuchar los quejidos de la doñita “Mi pantufla izquierda tiene una mancha macroscopica en la suela”. Luego de semejante verdad me veo revoleando los ojos, veo también mis ojeras y arrugas. Por las noches escribiré en unas hojitas de papel reciclado esperando que se abra un portal en la dimensión desconocida o deseando abducciones extraterrestres. Asumiré la triste realidad, me acostare, sentiré crujir el colchón y me dormiré con las ultimas quejas de la doñita.

“Ah idiota, no preparaste el té” la doñita será un amor ¿Acaso ahora no es así? Aun no he contado lo mejor querido diario, las dulces tardes de sábado. La doñita sacara el cuero a los vecinos. “Mírala a la chirusita, que tendrá que haber hecho para estar con ese hombre” No es más que envidia pero si manifiesto esto no tendré otro día de vida por que la doñita se va a encargar de dejarme en la calle totalmente arruinada.

Cuando tenga un poco de privacidad me lamentare de la herencia familiar, me victimizare. Llorare esperando que la doñita no me encuentre, si lo hace me dirá: “Manga de inútil, perdiendo el tiempo nuevamente con trivialidades, debería rajarte a patadas, sos inservible”.

Pensándolo bien: la herencia familiar es un fraude, es como el odio de la doñita. Ella no logro llevarse bien con el mundo, concluyo entonces que el mundo es una gran bola pestilente de estiércol y siempre hay que recordar lo mal que huele, gritarlo a los cuatro vientos. Yo no logre tampoco lo que quería, no me llevo bien con el mundo, me escondo bajo la “genética de la desgracia”. La doñita y yo somos mas parecidas de lo que creía… Zass, me parece que se aplica la frase celebre “La misma mierda pero con distinto olor”.



P.D. Querido Diario ¿Cree que en el futuro pueda reírme de los sucesos que acabo de predecir?

martes, 14 de abril de 2009

Elementos de una vida

Lo había perdido todo: Su deseo de cocinar los sábados por la mañana, sus ganas de escribir de lunes a viernes, su sonrisa atemporal, sus pasos, y quizás hasta también podría decirse que su propia vida. Vivía como una trapecista, con el riesgo constante de caer, viviendo en equilibrio con la vida y la muerte (o he de decir en desequilibrio). La verdad era que habitaba un mundo intermedio, ya no podía comprender las acciones de los vivos, pero tampoco se sentía tan fría como los muertos, todo transcurría lento y sin pausa, día tras día bajo la misma monotonía, distintas palabras pero los mismos hechos.

A veces cenaba con los colegas de turno y simulaba prestar atención a las charlas o sonreía en los momentos convenientes, pero no había un ápice de verdad en sus acciones, ni un solo recoveco de emoción. De vez en cuando se perdía entre luces y canciones, se retrotraía a su pasado, se imaginaba como bebe en su cuna y comprendía que al fin y al cabo todos los inicios eran idénticos, entonces se enfurruñaba y lanzaba un resoplido interno.

Era costumbre su maraña de pensamientos, su inacción, su pálida indeferencia. Pero la pura verdad es que pagaba precios muy altos por aquella nada, y luego se reconfortaba con algún saxofonista que deambulara por la calle. Sentía un cosquilleo en sus pies, como si levitara, y esos eran los únicos momentos por los que aun estaba allí, aquello era verdadero, era un pariente lejano de la emoción, algo fuera de lo habitual que le generaba un derivado de la felicidad. A veces hasta esbozaba una tímida sonrisa. La música siempre le generaba cosas y en momentos inusuales de sensibilidad extrema incluso lloraba escuchando al saxofonista.

Miraba el reloj y se lamentaba el paso del tiempo, pero también le resultaba indiferente, ponía su pensamiento en off y armaba historias de los transeúntes con los que se cruzaba: Les pedía la hora, les invitaba a tomar un café, caminaban hacia la parada de colectivos, se acostaban en alguna plaza, les convidaba algún cigarrillo.

Además de vivir como una trapecista que recorre la cuerda de la vida y la muerte, vivía recorriendo los caminos de la realidad y la imaginación. Aunque no le gustaba pensarlo de ese modo, jamás le gusto la palabra realidad, le producía un gusto amargo. A falta de tener un espacio en la cotidianeidad, en lo mundano, se había hecho un hueco en lo fantástico, en lo extraordinario. En su mente podía volar, hablar con extraterrestres y ser música. No existían limites, salvo en lo impensable.

A veces se preguntaba por sus contradicciones. Era una de aquellas personas que podía afirmar opuestos. “Me siento tan vacía y tan llena” “Me siento tan feliz y tan triste”. Su interrogación era levemente hipócrita, le daba curiosidad pero se sentía bien (o mal) viviendo en sus contradicciones. Le apasionaba lo ambiguo, lo ambivalente, la mezcla, lo indefinido. Decía que era brindarse un sinfín de oportunidades. Cuando alguien le preguntaba sobre su afirmación enmudecía y empalidecía, se iba mentalmente a otro mundo.

Siempre se sintió incomprendida.

Confesiones para peatones

Ya era su costumbre, su rutina asentada de miércoles por la tarde: caminar por el centro. Una hora y media o dos. Pasaba más tiempo sentada en el colectivo que en su destino. Caminaba y caminaba, se apuraba, se agitaba, transpiraba. No miraba a nadie ni nada, se le atornillaban los ojos al suelo. Voces de transeúntes, pisadas, ruidos típicos de una ciudad atestada, en pleno alboroto.

Todo eso tenía un único objetivo, a veces impuesto, otras veces casual: Pensar. La actividad en si misma era ejercida todo el día, cada hora, minuto y segundo. Pero allá, en el medio de la ciudad, tan acompañada por todos los habitantes pero tan sola, sin nadie que caminara a su lado ni le hablara, podía pensar tranquilamente. Lo propio de la urbe, sus colores, sus grises, sus hedores, su bullicio, su devenir pronto se evaporaba. Quizás no se justificara tan largo viaje para finalmente perderse en la introspección y cegarse al exterior, pero lo realizaba, era un insano hábito, una obsesión, un motivo más para pisar la tierra.

Aquel día podría haber sido un miércoles como cualquier otro, un conjunto inútil de 24hs, desperdicio totalmente olvidable, pero no lo fue. Tropezó, tanto en la calle como en el pensamiento. En plena General Paz, en ese momento que el semáforo para peatones permitía caminar y detenía los autos y tantas personas cruzaban y se veía hermoso, tan hermoso: el agrupamiento de personas, el bodoque, la transpiración, el calor, los cuchicheos. En ese mismo instante en que ocurría simultáneamente todo eso se detuvo en el medio de la calle, dejo de ver el piso por primera vez, vio el exterior y el movimiento y grito “Tantos pero tan solos”.

martes, 17 de marzo de 2009

Modelos explicativos de la realidad

Existen dos modelos explicativos de la realidad:
1)Uno de ellos se asienta sobre una base etérea, poco precisa, cambiante. Se relaciona con la duda permanente, el relativismo y el nihilismo. La pérdida de todo. El entierro de cada certeza. Se imposibilitan los lazos de cualquier tipo: los afectos, las ideas y la identidad son cuestionados.
2)El segundo es una base sólida y firme, pero dependiente de la base incierta, por tanto, ilusoria y banal. Solo puede sentirse y vivirse por breves instantes hasta recordar la mentira (representada por la base incierta). Se busca desligar ambas, llegar a la independencia de la base 2.

Recompensa de bases:

1) La base incierta nos permite una mirada fresca y abierta de la realidad, pero pesimista, derrotista y difícil de llevar. Es útil para investigaciones por ser tan flexible, pero esto mismo (contradictoriamente) la lleva a su devastación.
2) La base firme nos brinda seguridad, estabilidad y felicidad. Pero el costo es vivir bajo falsas apariencias, con los ojos vendados. La caída puede ser peligrosa.

Recomendaciones:
-Los extremos son malos. Se necesita la combinación de la base 1 y 2 para lograr un estado adecuado.

Información Adicional:
a) Referencias:
Base 1: Base incierta
Base 2: Base firme

domingo, 15 de marzo de 2009

One of my turns I

Lo real es algo etéreo ahora, invisible, inalcanzable. Lo único que puedo hacer es cerrar lo ojos y negar, ya no quiero escuchar a nadie, ya estoy cansada de estar equivocada, de ser responsable de todos mis errores. Estoy cansada de las lastimas, las limosnas y la vulnerabilidad. No quiero muletas, no quiero una silla de ruedas, no quiero una mano que me ayude a levantarme. No quiero ser una oveja, ni una hormiga bajo el ojo del gran observador, no requiero sus autorizaciones, ni sus consejos, ni sus palabras de aliento. No preciso de la insinceridad y siempre me han mentido. Me apena, pero es comprensible.

Sus certezas están en que siempre seré la misma: la ciega sin criterio, el perro fiel. Ustedes dicen que es amistad, yo digo que es esclavitud. Ustedes dicen que es pesimismo, yo digo que es realismo. Ustedes hablan, yo callo.

¿Como se puede soportar tanta presión? ¿Cómo no caer bajo la sugestión? Si alguien te dice permanentemente tus cualidades, terminas creyéndolas y actuando en coherencia. Lo lograron, soy todo lo que querían que fuera. Han ganado, no tengo posibilidad de rebelarme, me han aniquilado completamente. Pero no quisieran pensar un momento: ¿Esta bien esta condena? ¿Es correcto este lavado de cerebro?

Creo que en el fondo siempre lo supe. Algunos dirigen, otros se atienen a las órdenes. Las cosas no son justas, nunca las fueron. Algunos están bien con el papel que tienen, otros no, pero todo esta bellamente programado.

Puedo armar un alboroto hoy, dirán que todo ha culminado, que el proceso me ha llevado a la completa perdida de la cordura. Tendré menos credibilidad y más limosnas y más lastimas.

Hoy quisiera que Uds. tengan un poco de culpa, que Uds. me hayan enfermado (un poco al menos). Ya han ganado ¿No podrían hacerme este favor? Ya desconfío de mi, ya no se que es real y que no. Ya no puedo fiarme de mis percepciones, ya no se quien ni que. No lo se.


He entrado al círculo. Estoy a sus órdenes mis queridos. ¿Cómo puedo servirlos?