viernes, 8 de enero de 2010

Domingos

El clima era el de un típico domingo. La tarde calurosa, caminando por el barrio para ir a comprar a la panadería. Un barrio ajeno, de desconocidos, pensando en cualquier cosa, en otro espacio y tiempo.

Era tan sencillo: estrechar la mano, sonreír, saludar. Las cosas salían solas y cuando uno menos lo esperaba ya estaba todo en su lugar. Pero no podía, esa espontaneidad le resultaba extraña, una costumbre extraterrestre. La vida de la eterna extranjera. Se preguntaba aun sabiendo la respuesta, no comprendía los limites (trazados por un fino hilo microscópico), rebuscaba entre papeleo interno: locas explicaciones para eventos de fácil entendimiento.

Llego a la panadería. No quería entrar. “Hola, dame un cuartito. Dos tiras de esto ¿Y eso de allá?”. No. Siguió caminando, clima de domingo, melancolía y vacío. Se rió “Ya lo se, pero hay algo que no termino de entender. Quizás estoy en un espacio aislado dentro de este planeta. No todo funciona igual”. Sentencia, punto aparte.

Lo común es lo mas primitivo, esas fuerzas invisibles gobernadas por lo emocional e instintivo. Ni un ápice de razón y por eso las cosas son como son. Si fuera por el pensamiento todos tendríamos posibilidades, por extensión de regla, al fin y al cabo todos tenemos esos momentos, salvo que...

En la imaginación todo es posible. Silbó al colega.
-Caminando de nuevo por aquí. ¿Algo para contarme? ¿Pensando fuera de la caja?- dijo el recién llegado.
-¿Acaso no somos todos pequeñas cajitas dentro de una caja grande? Cajitas ciegas, cajitas paraliticas. -
-Una mirada un tanto pesimista...-
Lo miró extrañada -Siempre creíamos que era realismo, nadie abandona su subjetividad. No se puede.-
-No estas errada, pero tampoco es así de radical. No niego la subjetividad ni la individualidad, pero hay un punto en el que todos confluyen. Existe un encuentro.-
-Patrañas. Ilusiones. Individualidades que buscan satisfacer sus necesidades y justificarse. Ahí esta la unión, en la necesidad, pero bajo un mismo rotulo son todas distintas. Es una misma soga, pero todos tiran para diferentes lugares.-

En ese mismo instante miraron el suelo y apareció el mismo gesto en sus rostros, un reflejo del espejo. Sabían lo que estaba en juego y actuaron como correspondía en esos casos: Silencio e irrelevancia. Finalmente su colega habló.

-En este punto me pregunto si un mismo individuo podría tomar la soga con ambas manos y tirar de ella para lugares distintos. No todos lo harían, pero estoy seguro de que algunos cuantos no dudarían en dudar.-
-Esperaba una critica...-
-Existe, pero estoy confundido ¿Sera mi critica o la de alguien mas? ¿Puedo decir que mis pensamientos son mios y solo mios? En estas calles respira una bestia o un maquina compleja, algo desconocido, no lo se. Solo se que es fuerte y tiene mucha influencia sobre nosotros... tal vez solo seamos una extensión de la cultura. Dirán que es absurdo: Nosotros “creamos” todo eso, pero posiblemente estemos atrapados. Seria gracioso pensar que somos una araña que quedo pegada en su propia tela.-
-Quisiera salir de la caja, estropear la maquinaria, herir a la bestia.-
-Si queremos salir de la caja es porque es fea por dentro. La maquina tal vez ya este rota y ese sea el problema, y lo mismo pasa con la bestia. Pero... ¿Por qué estos planteos? ¿Por qué? ¿Sera así? Seguro que estamos equivocados, hay una explicación mas simple... un poco menos absurda.-

El sol que hasta hace unos momentos fulguraba ahora se esconde tras las nubes. Clima de domingo, incierto, entre dudas. Paró de caminar y todo siguió igual.